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Cómo abandonar un barco
De Valeria Conte Mac Donell
(Hay barcos remontando vuelo. El horizonte lejos, se inclina. La tierra deja de ser firme. Todo va, y todo vuelve. Más blanco. Hay ruidos desde el fondo. Atrás, alguien habla.)
Acto I
-Tengo que ver algo allí abajo…
-¿Qué?
-El mar.
-¿El mar? Hace años que estás viendo el mar.
-Desde aquí. Yo quiero verlo desde allí. No es lo mismo.
Puedo permanecer años aquí arriba, pero el mar no me dirá nada nunca nada. Ahora yo me bajo, vivo en la tierra y de la tierra durante años me convierto en alguien normal, luego un día me marcho, llego a una costa cualquiera, levanto la vista y miro el mar y allí, lo oiré gritar.
(interludio)
Acto II
(… era en la mitad del mar, cuando la tierra sólo es luces lejanas, o un recuerdo, o una esperanza. Hay barcos flotando , navegando hacia un horizonte difuso donde el blanco cielo se funde con el blanco suelo.)
-...y ahí estaremos suspendidos, parados en el blanco mar.
(interludio)
Acto III
1
-Cuando se cae un cuadro. Cuando despertás una mañana y ya no la amás. Cuando abrís el diario y vés que ha estallado una guerra. Cuando te mirás al espejo y te das cuenta que sos viejo. Cuando en mitad del océano, levantó la mirada del plato y me dijo:
-…dentro de tres días bajaré de este barco.
2
-¿Porqué permanecés en esta prisión viajera?
-En noviembre me regalaron un barco, un velero que nunca tocó el agua, lo partí en cuatro pedazos y lo llevé al jardín de mi casa.
3
-Comprendí lo que estábamos haciendo en aquel momento, lo que de verdad estábamos haciendo, era bailar con el océano.
-Quiero que te lleves una sensación en tu cuerpo, medio mareado, medio sordo, medio ciego.
(Orden de zarpar)
Acto IV
-A mí me gusta ir por debajo del agua. Ahí abajo todo es distinto. No hay ruido, no podés hacer ruido, aunque quieras, no podés hacerlo, no hay ruido, ahí abajo. Te movés lentamente, no podés hacer gestos bruscos, no sé, gestos veloces, tenés que moverte con lentitud. No podés hacerte daño, no podés darte esas estúpidas palmaditas en la espalda, o cosas como esas, es un lugar hermoso. Sobre todo, es el lugar idóneo para hablar ¿sabe? Eso me gusta de verdad, hablar ahí abajo, es el lugar idóneo, podés hablar, eso es, todos pueden hablar, cualquiera si quiere, puede hablar, es fantástico cómo se habla ahí abajo.
-Un barco dado vuelta en el jardín de Alberto. Las enredaderas lo adoptaron. Es enorme. ¨Ya estamos, eh. ¨dice Tomás desde adentro del barco. Tratando de hacerse chiquito.
(interludio)
Acto V
-Es posible bajarse de un barco, pero del océano…
-Miedo a no salir a flote una vez más y perderse en el sueño de un campo tranquilo en alta mar.
-Cuidar el poco aire que guardan tus pulmones.
Perder el cuerpo.
Rendirse.
Que aparezca la vulnerabilidad, que se quede un rato y que se vaya sola.
(interludio)
Acto VI
-¿Y ahora qué?
-Construyendo uno tan grande que nunca más encuentres el mar.
-Se me ocurre que sino podría navegar tan lejos, hasta el lugar donde el cielo se une con la tierra.
Acto Final
1
-Un gran final
(Todos mirando desde el muelle, desde la orilla, unos grandes fuegos artificiales. Adieu!, cae el telón, humo y llamas, una ola, al final…)
-Pero no vi un final, lo que no vi es dónde terminaba todo aquello. El final del mundo.
2
-El horizonte le agradece al mar por dejarlo existir. El barco quiere llegar a la línea de horizonte, y ella celosa se despliega infinita.
El horizonte es límite, ilusión. Una línea que separa dos planos inútiles.
Los límites se borraron y están sumergidos en el mar.
-Nunca me había sentido yo más desligado de las cosas de este mundo. Aunque liberado por algún tiempo del mar, había conservado ese estado de ánimo de los marinos que se sienten completamente ajenos a todo lo que pasa por la tierra.
(interludio)
FIN
Nota del no-autor: Este escrito es una recopilación de las frases extraídas de Alessandro Baricco (¨Novecento¨, ¨City¨), de Joseph Conrad (¨La Línea de Sombra¨), Suyai Otaño (charlas por WhatsApp), Hector Fabbio (comentario en Facebook), Fernando Rubio (¨Cuando dolor termine¨) y reflexiones personales.
Gachi Prieto/ Septiembre 2018
Voz y cuerpo: Jorgelina Balsa
Despliegue de barcos: Valeria Conte Mac Donell
Dirección sonora: Carmen Baliero